Compartimos unas reflexiones de Ian sobre la lectura de la Torá y su ceremonia de Bar Mitzvá:
«Muchos han interpretado que Nadav y Avihu deben haber estado muy ebrios cuando trajeron su sacrificio. Que ellos hayan ingresado al Mishkan, que era el lugar sagrado, estando ebrios era insultante para Dios y demostraba falta de santidad y respeto. En este escenario, no fue Dios quien provocó su muerte, sino más bien sus propias acciones irresponsables. Podríamos imaginarnos a dos hombres muy borrachos que provocan un gran incendio y luego accidentalmente prenden fuego a sus ropas o caen en las llamas.
Las preguntas que me vienen a la mente de mi porción de la Torá son ¿Qué papel jugaré yo para asegurarme de que el equivalente a la tragedia de Nadav y Avihu no suceda? ¿Cómo puedo yo tomar decisiones pensando siempre en las consecuencias que provengan de ellas? Definitivamente tomaré los consejos que he recibido de mis padres, hermanos, abuelos y maestros, y haré el esfuerzo de aplicarlos para tomar las mejores decisiones posibles en todos los aspectos de mi vida.»
¡Mazal Tov para Ian y para toda su familia!