Bereshit 5773

La palabra luz es mencionada cinco veces en el primer capítulo de la Torá. Según interpretaciones de nuestros sabios esto es una referencia  a los cinco libros de Moisés. “Dios dijo hágase la luz” se refiere a Bereshit, que nos ilumina en cuanto a cómo se originó la Creación. Las palabras “Y la luz se hizo” se refiere al libro del Shemot que contiene la historia de la transición de Israel de la oscuridad de la esclavitud a la luz de la liberación. “Y vio Dios que la luz era buena”: es el libro de Vayikrá, que con sus preceptos y servicios rituales ayuda a que el pueblo se volviese más benevolente y mejores individuos. “Y Dios dividió entre la luz y entre la oscuridad”: se refiere a Bemidbar, ya que la historia nos da una división entre aquellos israelitas que salieron de Egipto y la de los que continuaron el camino a entrar en la tierra de Israel . “Y llamó Dios a la luz día” nos refiere al libro de Devarim, el cual acabamos de terminar de leer en Simjat Torá. El que la palabra luz y la palabra día aparezcan juntas, a pesar de ser sinónimos, nos refiere a que este libro es una repetición general de los primero cuatro libros.
 

“Una mitzvá es una lámpara”, dice el rey Salomón en Proverbios , “y la Torá, la luz”.

En su comentario a Pirkei Avot, el Maharal de Praga, nos dice:

“Todos los mandamientos divinos son uno solo, una unidad. ‘Un mandamiento es como una llama… ‘ quiere decir que cada mandamiento es una llama individual.  Sin embargo, la Torá no es la mera suma total de muchas llamas individuales, sino que «la Torá es luz.» la Torá, que contiene todos los mandamientos individuales, es una luz unificada.  Las llamas se unen para formar una gran luz, pues la Torá es una sola unidad.

Pocas visiones son tan poderosas para el alma como la de una llama ardiente. Aunque es un fenómeno físico la llama es etérea. Es un punto medio entre lo que es manifestado de manera concreta y lo que no está realmente presente. De igual manera somos los hijos de Adam: seres espirituales atrapados en un mundo material.

Cada vez que en un hogar se prenden las velas de Shabbat se recuerda aquel momento inicial en donde Dios dio a luz al universo. El propósito de las velas de Shabat es shalom bait , «la paz en el hogar», para crear un ambiente agradable y tranquilo en casa, un ambiente de iluminación espiritual y de aumento de la conciencia de nuestra existencia. Las velas de Shabat  representan el papel de la Torá, las cinco luces que son como una sola y que funciona como guía para una vida de armonía y perfección.

Cada mitzvá genera luz. Que este nuevo ciclo de lectura de la Torá que comenzamos esta semana, y las velas que prendemos en este Shabat Bereshit nos ilumine los ojos y  nuestros corazones para poder esparcir la luz por todos los rincones del mundo y poder pasar la llama encendida de generación en generación.