Actualidad Comunitaria – Por Gabriel Cohen Henriquez

«Cuando se culpa a otros de las manchas de su alma»

Usualmente encuentro que los escritos del Sr. Nadal son “la mitad medio vacía” de todas las cosas; es decir, como indica el titulo de su sección, “Malcontento” muestra el lado negativo de todo sin ofrecer una solución o propuesta alguna. El placer de criticar y lamentar. A la sociedad en general, al gobierno, al empresario, los eventos, la moda, la juventud, al cambio, en fin a todo lo que puede ser criticado.
En su artículo “La Sangre mancha el alma” del 8 de junio, parece que ha combinado su negativismo con sus sentimientos hacia un estado, y ha tomado el incidente de la Flotilla para liberar abiertamente su sentimiento anti-israelí. Incluso declara “Me declaro enemigo moral de Israel…” (¿!).

Si el Sr. Nadal fuera tan defensor de la humanidad, de los derechos y de lo correcto como se hace pasar, me pregunto, por qué no es “enemigo moral” de cada país del mundo donde las acciones de un gobierno actúa de forma contraria a sus principios. Es decir, donde está su indignación ante el hundimiento del barco surcoreano donde murieron mas de 100 a principios de año? O contra la dictadura mas represiva del planeta, Corea del Norte? o dónde está su proclamación de “enemigo de Pakistán” con cada bombazo que mata civiles en India y Cachemira?; dónde su bandera de “enemigo de Irán”, cuando ejecutan en la horca a inocentes civiles por el crimen ser homosexuales?; ¿es usted “enemigo de China” por haber ésta invadido Tibet e intentado borrar del mapa todo vestigio de su cultura hace pocas décadas? cuándo se manifestó enemigo de cualquier otro país del mundo? Es enemigo de algún estado responsable de lo ocurrido en Darfur, Chechnya, Zimbabwe, el Congo? Es en realidad, el Incidente de la flotilla, con toda la confusión detrás de este, explicación suficiente para declararse enemigo de un país?

No han cometido otros países verdaderos desastres o crímenes atroces que merecen epíteto mucho mayores?
A mi parecer, para declarar abiertamente en los medios “enemigo moral” de cualquier país, no basta con un incidente; esto es mas bien aprovecharse del caso para ventilar un sentimiento que siempre quiso salir a los cuatro vientos. El antisemitismo moderno es el anti-israelismo. Dado que declararse anti-judío es políticamente incorrecto, mas aun para un periodista, ser “enemigo moral” del país judío es la mejor salida para quien piensa así.
Al igual que durante toda la historia de siglos de propaganda anti-judía, el Sr. Nadal se vale de su ignorancia en algunos temas para alimentar el fuego de su sentimientos. “La comunidad judía de Panamá se empeña en relacionar fe y Estado” escribe. Mas adelante repite “porque se empeñan en mezclar religión con política”. Le pregunto – ¿en qué momento los judíos usan el argumento de la religión en el tema de la seguridad de sus ciudadanos? El tema de la revisión de los barcos que intentan romper el cerco a Gaza el gobierno israelí, así como la opinión en todos los medios, ha sido desde el ángulo de política y de seguridad de estado. Si el Sr. Nadal se refiere al interés de los judíos en general hacia Israel, entonces este espacio no basta para explicarle cómo en todo momento de la historia del pueblo judío ha existido apego hacia esa tierra, sea quien sea el que gobierne en el territorio o lo que digan o quieran creer los demás. Por el contrario, los únicos que usan argumentos de religión para justificar sus atrocidades son los que usan gritos de guerra religiosos cuando lanzan morteros a poblados y los que se inmolan con sueños de vírgenes eternas en el paraíso.
Es muy peligroso cuando personas esgrimen sus opiniones legales como si se tratase de expertos en el tema. El Sr. Nadal escribe “Lo que ocurrió en aguas internacionales frente al territorio autónomo palestino de Gaza es una violación del derecho internacional y se define como terrorismo de Estado”. Le pregunto – ¿según quién? Ya que según la ley internacional se puede imponer un bloqueo por mar, incluyendo en aguas internacionales, en la medida en que no cierre el acceso a puertos y costas de estados neutrales. Los manuales navales reconocen el bloqueo marítimo como una medida naval efectiva y exponen variados criterios que hacen que, sea válido, incluyendo el requerimiento de anoticiar sobre su existencia tal como Israel hizo en todo momento con los barcos abordados. No soy experto en leyes internacionales, por lo que no puedo detallar mas del tema. Pero según entiendo, el Sr. Nadal tampoco lo es.
Entonces, dejando al lado el complejo tema de las leyes marítimas internacionales, Don Nadal intenta convencernos de que Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea mediante una respuesta poco enérgica de alguna forma apoyan a Israel en el incidente. Nada mas alejado de la verdad. Estados Unidos hizo bien en ser de los pocos países que no hizo afirmaciones apresuradas basadas en confusos primeros reportajes; la ONU, por otro lado, tiene un historial de mostrar una total oposición a todo lo que haga el estado judío, y hacerse de la vista gorda con los verdaderos brutales atropellos que continúan impunes en el resto del mundo. De hecho, ante la afirmación del Sr. Nadal de “… cuando tenga voto en el Consejo de Seguridad de la ONU, haré todo lo posible por hacerles la vida imposible.” No me asombraría que acepten su aplicación. «La UE condena todo uso de violencia y lamenta el uso desproporcionado de la fuerza» por parte de Israel”, aseguró un portavoz de la Comisión Europea. (Nótese como antes de cualquier investigación, ya se asume que Israel actúo de forma apresurada y con excesiva fuerza). “El presidente del Parlamento Europeo (PE), Jerzy Buzek, ha calificado de «injustificado» el ataque y ha advertido de que supone una «violación clara e inaceptable de la legalidad internacional». Declaran los medios. Si esas manifestaciones no le bastan al Sr Nadal, imagino que él esperaba ver a los dirigentes de la U.E. quemando banderas israelíes.
“Pero la comunidad judía en Panamá se empeña en censurar cualquier crítica al Estado de Israel y trata de mostrarnos a todo lo palestino como equivalente a terrorismo y a amenaza mundial” Dice el Sr. Nadal. Errado. Tanto el Estado de Israel como las distintas comunidades judías del mundo, reconocen que el pueblo palestino vive una situación difícil; que resolver sus problemas es un paso importante para conseguir la paz en la región. No somos tan injustos como para acusar a todo un pueblo por lo que hace una minoría (aun cuando es normal a los judíos del mundo acusarlos de lo que haga Israel). Los ciudadanos palestinos, son víctimas también…pero víctimas de Hamas y otros grupos que se escudan dentro de su población. Todo lo palestino no es terrorista; pero obviamente, todo grupo declarado como tal por diversos países y organismo, lo es. Como lo es Hamas, quien controla la Franja de Gaza.
El estado Israelí, al igual que todas las comunidades judías del mundo, lamentan la muerte de personas, sean civiles o cualquiera. El mayor deseo de Israel, y de todos los que sentimos algún apego por esa Tierra, es que los dejen vivir en paz. Pero con países vecinos armándose de armas nucleares y amenazándolos con borrarlos del mapa (¿dónde está la respuesta enérgica de la ONU ante ese discurso?) con un grupo como Hamas que por años manifiesta el mismo interés y continuamente lanza bombas contra poblados israelíes (¿dónde está respuesta enérgica de la ONU ante esos actos?) ante personas que se escudan con banderas blancas y letreros de ayuda humanitaria para luego recibir a las autoridades con un linchamiento (¿dónde están las respuestas enérgicas de cualquiera ante el linchamiento que recibieron los soldados?) ante la indiferencia global por el secuestro del soldado Gilad Shalit por Hamas (¿es usted “enemigo de Hamas”?), Israel debe tomar medidas – poco populares – mas efectivas, de proteger a su población, cerrarle las posibilidades de ingresar armas a Gaza o cualquier territorio sobre el que Israel tenga control, y tomar todas las medidas posibles para que inocentes no salgan heridos en el proceso. Las medidas defensivas de Israel son y siempre han sido, para evitar más ataques terroristas. ¿Cree usted honestamente, que si no existiera el terrorismo en Medio Oriente, existirían los conflictos, el bloqueo, la valla de seguridad?
La situación en Medio Oriente e Israel en específico es bastante compleja. Pretender analizarla en uno o algunos artículos es imposible. De hecho, lamentablemente el tema de la violencia en Israel tiene décadas y aun no se llegan a acuerdos y ésta continúa. Pero declararse abiertamente “enemigo” de un país es una manifestación de sentimientos que poco o nada aportan al análisis del caso, y mas bien liberan una reprimido sentimiento previo.
El “lobby judío” como el gusta llamarnos el Sr Nadal, los que defendemos a la única democracia libre de Medio Oriente como es Israel, o no somos enemigos de ningún país. Sencillamente, defendemos el derecho del estado judío de tomar acciones para asegurar la supervivencia del único país del mundo al que no se le quiere permitir existir. Ansío que los ciudadanos de países vecinos que viven bajo violentas dictaduras militares y bajo la presión de líderes que gustan de mezclar religión con política tildando de “Guerra Santa” y “Jihad” a quienes “maten judíos donde sea que estén,” puedan algún día gozar de las libertades que disfrutan los ciudadanos israelíes de cualquier religión.
Ni Israel ni ningún judío celebra el desenlace del incidente. Pero hechos lamentables como este, y muchos otros bastante peor, lastimosamente ocurren con frecuencia en el mundo entero en áreas de conflicto. Sin embargo, el país de los judíos es el único que en situaciones tan complejas, y ante hechos bastante confusos, recibe toda la atención mundial, los peores calificativos, e intentos de un juicio y castigo previo a cualquier análisis. Los comentarios como los del Sr. Nadal son el típico ejemplo de este tipo de actitud que disfrazando su sentir personal con estandartes de “justicia y moralidad” muestra su verdadero sentir ante el estado judío.

Por Gabriel Cohen Henríquez
La Prensa 11-6-09