Desarrollé mi proyecto de Tzedaká en el Hogar Divino Niño que cuida a infantes en riesgo social. Primero jugamos, después pintamos, bailamos y, finalmente, comimos. Fue muy divertido y estaban contentos. La actividad fue con niños de 2 a 5 años.
Jugamos con carros y muñecas. Después les repartí unas hojas y colores para que pintaran. Luego puse música y bailamos, y al final compartimos una rica merienda.
Antes de comenzar con mi proyecto estaba un poco nerviosa pero cuando llegamos los niños se pusieron felices. Después vi cómo se divertían y me gustó mucho.
Fue muy lindo compartir un rato con ellos. Lo que más me gustaba es ver como se estaban divirtiendo.






