
Taller de confección de imágenes de yeso y día de compartir con chicos de la Ciudad del Niño (La Chorrera).
Llevamos para decorar con manteles de fiesta, globos y banderines; además pusimos unas mamparas para colocar los premios y esto les llamó mucho la atención a todos los niños.

Todos estaban muy emocionados, tanto como nosotros. Al principio no los podíamos despegar de los premios. Cuando jugaban les dábamos tickets que rápidamente querían cambiar por premios.
Los niños comieron, jugaron todo el día y estaban muy contentos.
La piñata que hicimos era muy fuerte. Aguantó hasta los golpes de los más grandes sin romperse; fue divertido ver que volvían a formar la fila y era casi que un reto romperla.

Nos alegró mucho que los grandes vinieran, jugaran y se divirtieran también.
Nos gustó poder compartir con todos, fue una buena experiencia para ellos y para nosotros.
Sarah: “Pienso que esos niños nunca se van a olvidar de esa experiencia.”
Moi: “Me sentí feliz al ver sus sonrisas.”
Sarah: “Me sentí muy feliz porque había logrado que los niños pasaran un buen día, y sobre todo que se quedaran con un recuerdo muy bonito.”
Moi: “Me gustó que todos los niños hasta los grandes se animaron a participar. Todos quedaron contentos.”

De los padres: Este proyecto ayuda a que nuestros hijos comprendan su rol como adultos dentro de la sociedad, que comprendan que su realidad es muy diferente a la que viven una gran mayoría de jóvenes y sean más sensibles frente a las grandes injusticias sociales de nuestro país. Nos agradó ver el entusiasmo que pusieron nuestros hijos en llevar alegría y buena fe a niños que no conocían. Sus interacciones intensas y desinteresadas nos dio mucha alegría.