Proyecto de Tzedaká: tarde de cine en Fanlyc, para un grupo de 14 niños de distintas edades
Les preparé una mesa con comida y les hice regalos a cada uno. Vimos la película Intensamente y la pasamos increíble.
Me sentía nerviosa, emocionada y entusiasmada a la vez, tenía muchas emociones mezcladas, pero los nervios se me fueron apenas empecé a hablar con todos. Me sentía muy feliz compartiendo con ellos y estaba disfrutando mucho. Sentía que tenía una conexión con ellos, en especial con dos niñas con las que conversé; teníamos muchas cosas en común.
Lo que más me gustó fue el humor y la inquietud de los niños, sus personalidades y también cómo disfrutaron hablar conmigo. Me encantó ver la cara de felicidad de todos cuando les di sus regalos. Me di cuenta de que, a veces, lo que uno le parece poco a otros les parece mucho. Me puse muy feliz de ver que sí disfrutaron y que se fueron felices.
Después me puse a pensar en lo importante que es hacer este tipo de actividades. Uno no sabe lo importante que puede ser esto para alguien y lo mucho que puede alegrarle los días malos.
Apenas salí, todos se despidieron de mí con abrazos. Después me sentí muy bien como persona. Ver que la pasaron muy bien me dio mucho entusiasmo a seguir haciendo este tipo de actividades para los que lo necesitan, para que tengan fe en el camino y sacarles una sonrisa. Aprendí muchísimo con mi tzedaká y sin pensarlo dos veces volvería a visitarlos.




