El pasado jueves, 6 de febrero, tres madrijim de la comunidad (Belina Levy, Liel Azoulay y Natalia Vera) tuvimos la increíble oportunidad de viajar a Denver, Colorado, para conocer BBYO (B’nai B’rith Youth Organization), una organización pluralista, juvenil y judía fundada en 1924, que busca involucrar a adolescentes en experiencias judías que sean significativas, fortaleciendo así su identidad judía y formando habilidades de liderazgo.
Nuestro viaje consistió en 2 partes. Primero participamos en la semana de embajadores globales, más conocida como GAW, en donde tuvimos la oportunidad de compartir con otros jóvenes de diferentes partes del mundo y vivir con familias de la comunidad judía de Denver, que amablemente acogieron a todos los adolescentes en sus casas.
La segunda parte del viaje consistió en IC (International Convention), momento en el que llegaron jóvenes de Canadá y Estados Unidos y se unieron a los participantes de GAW, creando así el encuentro internacional más grande de líderes adolescentes judíos, con un total de más de 5,000 participantes de más de 70 países.
Durante este viaje tuvimos la oportunidad de aprender de diferentes temas, desde el Estado de Israel, sionismo y antisemitismo, hasta cómo poner nuestras habilidades de liderazgo en acción. Tuvimos el privilegio de escuchar charlas enriquecedoras de personajes judíos que tienen impacto en redes sociales, como Eden Golan (representante de Israel en Eurovisión) o Asher Angel (actor y cantante estadounidense), y tuvimos la oportunidad de hacerles preguntas y escuchar sus puntos de vista sobre diferentes temas.
A su vez fuimos parte del February Execs que tomó lugar los primeros 3 días de IC. Aquí los líderes de cada región, desde países como México y Argentina, hasta Taiwán y Sudáfrica, se juntaron a discutir los cambios que se querían hacer dentro de la legislación de BBYO, dándonos así cuenta del impacto que podemos generar en el mundo aun siendo tan jóvenes, al escuchar a personas de nuestra edad discutir sobre formas de ayudar e impactar al mundo. Ser testigos de cómo los diferentes puntos de vista fueron respetados fue una experiencia realmente enriquecedora.
Durante estos 11 días entendimos lo importante que es tener un lugar en el que puedes expresar abiertamente tu identidad y sentirte seguro, dándole la oportunidad a judíos de todo el mundo de expresarse y aprender. A su vez vimos cómo cada una de las 5,000 personas presentes vivía el judaísmo a su manera, y éramos todos aceptados por igual, viendo así una gran diversidad. Los 3 estamos muy agradecidos de haber tenido la oportunidad de participar en esta experiencia tan enriquecedora en la que aprendimos y formamos relaciones para toda la vida.


