Talmud Torá: Proyecto de Tzedaká de Lior Meshoolami

Día de diversión y enseñanza de jiu-jitsu a los niños del grupo de juventud de San Sebastián.

Primero nos presentamos, después hicimos unos juegos. Luego, con mi hermana y dos compañeros de entrenamiento hicimos unas luchas para enseñarle lo que es el jiu-jitsu brasileño.

Para terminar la actividad dejamos que los niños jueguen en el mat y lucharan con nosotros.

Estaba emocionada pero también un poco nerviosa ya que era la primera vez que dirigía una actividad para tantas personas.

Me siento feliz de haberles enseñado un deporte no tan conocido y que se quedaron con ganas de aprender.

Me llevé una experiencia bien bonita, donde pude compartir mis conocimientos. Ser voluntario marca nuestra vida como una manera de ayudar sin recibir nada a cambio. En mi corazón llevo plasmadas las risas y la alegría con que me recibieron estos niños.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *