El pasado lunes, 12 de agosto, nos reunimos en la sinagoga para la plegaria de Tishá B’Av que incluyó la lectura de Meguilat Eijá, el Libro de las lamentaciones.
Como es habitual en esta jornada de duelo nacional por la destrucción del Beit Hamikdash (el Templo de Jerusalem) y otras tragedias que le acontecieron a nuestro pueblo, la sinagoga estaba con la luz baja y la plegaria se hizo sin música, como expresión de aflicción.
Después se procedió a la lectura de Meguilat Eijá donde los presentes, sentados en el suelo, sin zapatos, acompañaron la lectura a la luz de las velas.
Finalmente la morá Nurit entonó una kiná (poema de duelo) por la destrucción del templo de Jerusalem.
