Mi proyecto de Tzedaká: fui al hogar Divino Niño donde hay niños que, por diferentes motivos y situaciones, tienen protección del estado. Allí compartí con niños de 2 a 5 años, jugando y pintando con ellos. Al final disfrutamos de una rica cena.
Comencé presentándome y preguntándoles sus nombres para conocerlos y después empezaron dibujando a su gusto con el material que yo les di. Les ayudé a todos a crear el diseño de dibujo que querían hacer
Jugué con los niños a la papa caliente y un poco de basket con su mini canasta de juguete que tenían y les puse música divertida.
Lo que más les gustó fue que los empujara mientras estaban montados en sus carritos y bicis. También jugué con los juguetes que tenían, que eran personajes que les gustaban, y por último compartí una cena con ellos, que les gustó mucho.
Pienso que el proyecto me quedó bastante bien porque los niños se divirtieron bastante y también yo porque me puso bastante feliz haber hecho a otros niños felices.
Lo que más me gustó fue la energía que tenían porque la verdad su energía me hacía sentir a mí muy bien. Otra cosa que me gustó fue lo bien que se portaban y lo educados que eran.
Pienso que fue muy buena idea ir al lugar para hacer el proyecto porque la verdad me sentí muy feliz cuando lo estaba haciendo. Fue una experiencia muy buena porque compartir con esos niños fue lo mejor.
