
Visité Casa Esperanza, una fundación que trabaja con niños en riesgo social, evitando el trabajo infantil y promoviendo la educación, y tuve la oportunidad de compartir con los niños de preescolar.
Organicé una serie de actividades inspiradas en el arca de Noé, ya que esa es la parashá de mi Bat Mitzvá. Primero les conté la historia del arca de Noé y luego cantamos una canción con los sonidos de los animales.
Repartimos unos stickers y se los pegamos en las camisas para que cada uno encontrara a su pareja.
Luego merendamos galletas de animalitos donde, para poder comer, tenían que encontrar la pareja, así como en el arca de Noé. Pintamos un dibujo del arca, cantamos, bailamos y al final les repartí caramelos y juguetes.
Los niños estaban felices, participaron en todas las actividades y juegos, me abrazaban y me mostraban lo agradecidos que estaban por estar ahí con ellos.
Cuando terminó la actividad sentí ganas de volver y seguir compartiendo con ellos. Pensé en lo afortunada que soy de tener una familia, comida en la mesa, una casa para vivir, lo cual muchos de los niños ahí no tienen, y me fui con el corazón lleno del amor que me dieron.








Que hermosa actividad y que hermosas palabras de Margie. Es una manera perfecta de valorar lo que tienen y aprender a compartir con los menos afortunados. Que siempre tengas ese espíritu de ayudar!! D”s te bendiga❤️