
Para mi proyecto de Tzedaká escogí realizar una actividad de cuentacuentos con los niños de la Fundación Hogar Divino Niño, que cuida a niños en riesgo social.
La idea era hacer solamente una actividad en la fundación, pero nos gustó tanto pasar el tiempo con los niños que a la semana siguiente volvimos y los llevamos al parque para compartir juntos.

Lo principal de esta actividad fue el cuentacuentos con interacción y títeres, luego pintaron y después de eso tuvieron una pequeña merienda. Finalmente les regalamos pastillas y un peluche.

Me encantó sentir el amor de estos niños y sacarles una sonrisa a ellos y ellos a mí. Luego, saliendo de ahí, me sentí muy feliz de haber hecho eso y no pude contener las lágrimas.
Me gustó bastante poder estar con esos dulces niños y poder compartir tiempo con ellos. Me sentí muy feliz y orgullosa de lo que hacía. Justo en ese momento fue en el que me di cuenta en lo afortunada que soy por tener todo lo que necesito.