Por Martín Calp, director de Noar Panamá
El Majané 2022 fue diferente desde sus raíces, un Majané cuyo principal objetivo fue volver a enamorar a los Janijim con la Tnuá. Hoy puedo decir que el objetivo fue cumplido.
Es verdad que no fue el Majané más concurrido. Sin embargo, la calidad de las peulot, la motivación de los janijim al realizarlas y los mensajes que recibimos después del Majané , nos hacen entender que no solamente cumplimos, sino que superamos las expectativas en todo sentido. Esto nos da muchísima motivación para arrancar el 2023 de la mejor manera.
El Majané tuvo de todo: peulot por kvutzá, peulot grupales sobre Janucá, deportivas, tefilot, piscina, entre otras actividades muy divertidas. Durante todas las noches del Majané prendimos las velas de Janucá y cada noche invitamos a un madrij o janij diferente que lo hiciera. Esto le dio a cada noche un significado muy especial.
El jueves y el sábado los madrijim y janijim leímos la parashá Miketz. En esta parashá del libro de Bereshit se relata la historia de Yosef en la cárcel, donde conoce a dos personas a quienes le interpreta sus sueños. Gracias a eso, Yosef logra salir de la cárcel para interpretar los sueños del faraón y convertirse en el virrey. Estos son los sueños de las 7 vacas y espigas gordas y flacas. Agradezco mucho a Warren el haber contado conmigo la historia tras la lectura. También agradecemos a Nathan, Linda, Johann, Danielle, Belina, Ezequiel y Aliza quienes leyeron las aliot correspondientes. También deseo agradecer a nuestra querida Aliza, responsable de dirigir las tefilot.
Durante el Majané tuvimos muchas visitas, quienes aportaron su granito de arena para que todo quedara fenomenal: gracias Gustavo, Ruthy, Nurit, Dan y Nico.
También deseo resaltar la fiesta del último día donde comimos una deliciosa barbacoa al aire libre, leímos el buzón y celebramos bailando y saltando eufóricos. Esta fiesta fue idea del Tzevet de madrijim para tener un cierre espectacular.
Por último queremos agradecer al personal de bitajon, Marcelino y Damián; al personal de salud, el Dr. Silverio, y a nuestra querida Sandra Mordok; sin ustedes el Majané no hubiera sido igual.