La coexistencia entre católicos, judíos y musulmanes se nota en los barrios de la capital panameña, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Panamá. Una escuela islámica acopió 15.000 botellas de agua para repartir entre los peregrinos. Una sinagoga alberga a más de 50 jóvenes polacos.