En víspera de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), miembros de distintas comunidades religiosas del país hablan sobre el impacto de este evento para Panamá. La mayoría concluye que no se trata solo de un evento católico, sino de país, y que es una oportunidad para mostrar lo positivo de Panamá ante el mundo.
Gustavo Kraselnik es rabino en la congregación Kol Shearith Israel, quienes alojarán peregrinos. Concibe el evento como una oportunidad de mostrar que “convivimos en plena armonía más allá de diferencias culturales, étnicas o religiosas.”