Como buen argentino, Gustavo Kraselnik es fanático de Mafalda y del fútbol. En su caso, es hincha del River, influenciado por su padre, quien le advertía a menudo que ‘el que no quiere al River no quiere a nadie’….
Sus 14 años de residencia en Panamá le han permitido conocer a atletas locales como Irving Saladino y César Barría…, a los que admira por su esfuerzo y determinación para salir adelante…
Pero, detrás de esos gustos populares y de la naturalidad que lo caracteriza, este hombre de familia de 48 años, graduado de administración de empresas de la Universidad de Buenos Aires, es todo menos una persona común; es un líder espiritual de profundas convicciones religiosas y humanísticas, y de una vasta formación intelectual.