El calendario judío – como cualquier otra forma de organizar el tiempo – tiene su propio ritmo e intenta guiarnos por la vida acorde al legado de nuestra tradición. Una de sus particularidades es que se trata de un calendario solilunar en donde la luna define los meses (la luna nueva marca el inicio del mes) y el sol las estaciones. El calendario gregoriano es únicamente solar y esto genera una pequeña diferencia por lo que las festividades judías caen siempre en fechas diferentes, pero dentro de un rango de tiempo determinado.
Toda esta introducción técnica, viene a cuento ya que durante mediados de septiembre y principios de octubre tenemos mucha actividad con tres festividades sumamente significativas. Rosh Hashaná es el año nuevo judío. (Este año es del 13 al 15 de septiembre) que da inicio al año 5776 del calendario judío.