La celebración de Rosh Hashaná que se inicia esta noche, marca el comienzo del año 5772 del calendario judío. Nuestros maestros, siguiendo el relato bíblico, nos enseñan que el mundo y el ser humano fueron creados en esta fecha hace precisamente 5772 años (cifra que hay que entender en forma simbólica y no literal).
A diferencia de otras culturas, el cambio de año no presenta un espíritu festivo jovial, sino un marco más solemne y reflexivo. Esto se debe a que Rosh Hashaná es también el día del juicio divino. Al conmemorar un nuevo aniversario de la creación, Dios pasa revista a sus criaturas. Por lo tanto se nos invita a un “balance del alma”, un análisis profundo de nuestro accionar con el fin de corregir y mejorarnos.